Los neoconservadores norteamericanos están presionando a Obama, según el periódico The Nation, para que lance ataques aéreos "selectivos" sobre Libia.
Algunos de ellos, agrupados en el think tank de ultraderecha Foreign Policy Initiative, expresaron por escrito este martes al presidente Obama su preocupación por la situación en Libia y pidieron a éste que instituya una zona de exclusión aérea (al igual que hizo EEUU en Irak, antes de invadirlo), reconozca al Consejo Nacional Libio de Transición y "explore la posibilidad de ataques dirigidos contra bienes pertenecientes al régimen de Gadafi".
Entre los firmantes figura Robert Kagan, uno de los creadores del Proyecto para el Nuevo Siglo Americano, el documento a partir del cual nació la estrategia de la "guerra contra el terror" de George W. Bush, cuyo objetivo confeso es que Estados Unidos tiene el sagrado deber de extender su dominio militar y económico por todo el planeta, empleando cualquier medio a su alcance, incluyendo el uso de la mentira y el engaño.
Por su parte, los gobiernos de Francia y Gran Bretaña plantean también la necesidad de bombardear Libia y aluden a una excusa ya conocida, la supuesta existencia de armas químicas en manos de Gadafi. Según ha publicado el diario El Mundo, "Nicolas Sarkozy, que dijo hablar en su nombre y en el del primer ministro británico, David Cameron, considera que se deberían realizar "bombardeos selectivos, puramente defensivos" si Gadafi ataca a su población, y, en particular, según el presidente francés, si lo hace "con armas químicas". El gobierno español ha dado credibilidad a las fuentes que hablan de un "arsenal oculto".
Poco a poco se va definiendo una posible nueva guerra por el petróleo. Esta vez en un escenario mucho más cercano: el Norte de África. Y, para ello, no se les ocurre nada mejor que volver a emplear las viejas mentiras: "la guerra humanitaria", las "armas de destrucción masiva" y los desvelos de nuestros líderes por acabar con una dictadura que hasta hace cuatro días ellos mismos apoyaban y armaban.
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